El Autor

Periodista, novelista, crítico taurino y director de cine, Alejandro María de las Mercedes Pedro Pérez García-Lugín nació en el número 10 de la madrileña Plaza del Rey el día 22 de febrero de 1870. Era hijo de Antonio Pérez Serrano, natural de Cabra (Córdoba), y de María Josefa  del Carmen García Lugín y Castro, natural de Santa María del Camino (Santiago de Compostela). Estaba emparentado con Rosalía de Castro, ya que su madre era prima de la inmortal poetisa.

En 1883 se trasladó con su familia a Santiago, matriculándose en el Instituto Xelmírez. Allí vivió en el número 19 de la rúa del Villar, cerca de la camisería que su padre regentaba en los bajos del Pazo de Bendaña, en la Plaza del Toral, “El Buen Gusto”, nombre que se convertiría en el apodo por el que Alejandro era conocido entre sus compañeros de estudios y amigos. En la Universidad Compostelana cursó la carrera de Derecho, licenciándose en 1891. Durante su etapa universitaria comenzó a colaborar en diversos diarios de la ciudad como El pensamiento Gallego.

En 1891 regresó a Madrid, donde comenzó a trabajar para la Dirección General de los Registros y el Notariado, en varios ministerios y en varias empresas que le obligaron a recorrer España. En uno de estos viajes, durante una estancia en Valencia, contrajo matrimonio con Elvira Consuelo Sanz.

Como articulista, crítico taurino, teatral y musical colaboró con El Pensamiento Galaico, El Compostelano, Por Esos Mundos, Nuevo Mundo, Arte Taurino, El Correo, El Globo, Diario Universal, El Mundo, España Nueva, La Mañana, La Tribuna, El Liberal, El Liberal (Bilbao), Heraldo de Madrid, La Libertad, Hoy, El Debate, El Eco de Santiago y La Voz de Galicia.

En 1915 publica su primera novela, La Casa de la Troya, ganadora al año siguiente del premio Fastenrath de la Real Academia Española, y que fue un éxito rotundo, alcanzando el centenar de ediciones en pocos años; en ella se condensan sus  vivencias  estudiantiles de los años compostelanos. En 1921 publica Currito de la Cruz, novela taurina ambientada en Sevilla, que fue también un gran éxito.

Ambas novelas fueron adaptadas para el teatro por el propio autor en colaboración con Manuel Linares Rivas. La primera fue estrenada en 1919 en el teatro de la Comedia de Madrid y la segunda en 1923 en el teatro Lara de Madrid.

Publicó también El torero artista, Rafael Gómez (Gallito) (apuntes para la historia) (1911); De Titta Ruffo a la Fons, pasando por Machaquito. Notas de un reporter (1912); ¡¡¡Ki ki ri kí!!! (Los gallos, sus rivales y su prensa) (1914); La Amiga del Rey. Las Tiples. Romanones. La Vicaría… (Notas de un reporter) (1917); La Corredoira y la Rúa (1923); Alabanzas de La mejor ciudad. Sevilla es un beso de Dios y La cátedra de Sevilla (1923).

Dejó dos novelas inacabadas, concluidas gracias a los desvelos de su viuda: Arminda Moscoso, terminada por Alfredo García Ramos y publicada en 1928; y La Virgen del Rocío ya entró en Triana, concluida por José Andrés Vázquez en 1929.

Como director de cine, rodó varios documentales de guerra en Marruecos en la década de 1920 y adaptó sus dos primeras novelas. Falleció de un ataque de uremia el 5 de septiembre de 1926 en su residencia veraniega Villa Teresa de O Burgo (A Coruña). El Ayuntamiento de la ciudad se encargó de su entierro en el Cementerio Municipal de San Amaro, sobre cuyo sepulcro se colocó una escultura yacente de Bonome, y, en homenaje, puso su nombre a una calle.

Madrileño de nacimiento, tuvo siempre su corazón divido entre Galicia y Andalucía, de ahí que unos meses antes de su muerte hubiera sido nombrado Hijo Adoptivo de Santiago de Compostela y de Sevilla, dos ciudades por las que sentía un gran cariño. En su testamento dejó un legado a la Asociación de la Prensa de La Coruña para que creara un premio de 1.000 pesetas, que debía concederse anualmente al mejor artículo inédito escrito en alabanza de Galicia: el premio de periodismo «Pérez Lugín» sigue concediéndose en la actualidad.